miércoles, 23 de diciembre de 2009

Bueno, ya era hora...


Mirad, ante todo siento no haber podido escribir antes, ultimamente he estado más liado que las persianas, además he tenido la gripe que me ha dejado baldado, y para excribir tengo que hacerlo o en el instituto (donde nunca tengo tiempo) o en sevilla donde tengo internet en casa de mis padres, ahora, con las vacaciones de Navidad estoy con ellos y os puedo escribir.
Que bien han empezado las fiestas, resulta que ayer era el ultimo día de clases, en el trabajo me obligaron a tocar la guitarra para acompañar los villancicos y en principio dada la fuerte lluvia no pensaba nada más que en acabar y largarme tranquilo a Sevilla.
Una vista rápida al wind guru me hizo cambiar de opinión, el parte daba 23 nudos de suroeste y poca lluvia, como una tregua, quizás el ojo del huracán se acercaba... La ronca voz de Manolo me hizo sospechar que la noche había sido larga, el día anterior tuvo la comida de Navidad de su trabajo, pero finalmente se animó, Ratón Perez tenía que ir a Sevilla y Alfonso me llamó y me pidió que le recogiera.
Ya de camino Alfonso y yo dudábamos mirando a un horizonte incierto y francamente desalentador a tenor de las fuertes rafagas de viento y el paisaje kosovar que el temporal estaba esculpiendo.
Las nubes como masas azulgrisáceas serpenteaban en el cielo jugando a cubrir los rastros del azul del cielo, no dejándole asomar, y realmente la tormenta parecía cernirse sobre nosotros, algo de agua nos cayó.
Una vez que llegamos a Punta Candor el panorama era espactacular, verdaderamente una mar arbolada según beafourt donde las espumas volaban y se podían ver romper olas inmensas bastante adentro, el mar muy desordenado sin ton ni son y con cara de pocos amigos.
Paco Rioja y Sergio de Utrera navegando o algo parecido cerca de la orilla con el viento fuerte y racheado y en off shore cejado de izquierdas,
El telón de fondo una cortina negra que nos hizo dudar en principio pero un ansioso Alfonso me terminó por convencer y por fin nos metimos, no sin algunos nervios por lo cambiante del panorama.
Manolo prefirió divisarnos en dique seco, no lo veía divertido, yo la verdad tampoco veía el tiempo muy interesante, pero una vez que bajé la rampa enorme de una ola me quedé enganchado y ya no me quería salir.
El viento bajó un poco y salió el sol, no sé porqué todo el mundo salió del agua (3) y recogieron, yo esperé unos minutos y volvió a entrar desatado, otra vez me ví toreando los olones y tocando sus pendientes, en alguna caí rodando, aquello era un veradero espectáculo, habría pagado por que me hubieran filmado, porque una vez dentro no sabes realmente como es tu estilo o si bien estas exprimiendo la ola.
No sé porqué había tantas tablas de madera flotando en el agua, puede que fueran de un chiringuito que el mar se cargó en Matalascañas el día anterior.
La verdad es que mereció la pena navegar pero es de esos días que no se te apetece salir con la cometa en el agua porque estaba traicionera la cosa.
Aprovecho para desearos Feliz Navidad con vuestros seres queridos, que reine la Paz y la alegría en vuestras casas, que tengáis mucha salud y que algunos ya os veré el Sábado porque dan 26 nudos de poniente puro y sin lluvia, en principio, no sé que pasará. Fuerte Abrazo!

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