Ohhh síii! Aún con la sal del mar incrustada en mi piel y escuchando una obertura del barbero de Sevilla de Rossini (brutal) escribo esta última...Fuera, en el exterior llueve fuerte.
El tiempo en los boletines prometía borrascoso para toda la península, con chubascos repartidos de forma generalizada el Martes, con lo cual no albergaba esperanzas de navegar.
Durante la mañana, en el trabajo, miraba con el rabillo del ojo el asulgrisáceo cielo que a veces viraba a azul marino y a veces a claroceleste entre el sonido asonante y rechinar de hojas del patio.
Ratón Pérez (antonio protésico) me había avisado para una escapadita a Punta Candor....y a las tres y cuarto quedé en la puerta de mi casa donde me recogió, pero nos fuimos a Valdela, allí supuestamente nos esperaba un místico pero espabilado Manolo que apareció unos minutejos más tarde.
El cielo encapotado y oscuro plomizo abrazaba el mar donde cometas de todos los tamaños se meneaban al son de una dulce melodía, la melodía de la surada.
Una surada que por la orientación de Valdela se cuela como si fuera levante en Rota, me encanta, disfrutar de un viento sur fuerte y con esta orientación robada al levante...
Sin prolegómenos nos fuimos a la orilla no sin cierta ansiedad por lo efímero que podía ser la sesión dado el temeroso y bravío telón de fondo. Hay que tener en cuenta que los tambores de la tormenta son los truenos que avisan que hay que salir pitando. Las nubes bien cargadas te pueden jugar una mala pasada, y sí hay agua y viento de por medio se lía una que ni te cuento, para salir revoleao.
El caso es que poquito a poco, como quien no quiere la cosa, me fuí dejando llevar por un viento moderado con alguna rachilla fuerte y me dediqué a surfear todo lo que pude
Mucho chopi y del grueso, el agua como aceite para freir boquerones de los gordos, pero de un color verdoso cuando asomaba el sol tímidamente y de fondo Cádiz con su resplandor hacían el momento si cabe más espectacular y bello.
Yo ya sabía de lo genial del entorno, Ronaldiño ya lo había inmortalizado excelentemente, aunque tengo que reconocer que a priori no era un spot que estuviera entre mis preferidos porque llevaba mucho tiempo sin ir y la última vez el viento estaba of shore, con olas asesinasorilleras de mosqueo que te partían la espalda.
Asegura Manolo que con dirección off shore se hace harto coñazo navegar cerca de la orilla porque la peña aprendiz te la juega.
Por lo visto hoy no ha sido ni de lejos de los mejores días para grapar waves, pero yo he disfrutadocomo un enano. Osea que el día bueno será multiorgásmico.
La sensación de recortar las olas una y otra vez y cerca de la orilla con sus planos ha sido auténtica. Manolo también se ha hinchado y Ratón estaba muy raro en el agua, no se acababa de encontrar, me lo dijo después.
El agua estaba trufada de caras conocidas; Alvarolatorre, Sonica, Julio de Rota pero no Juliojulio sino otro que lleva tabla de surf, Bartolo y otros viejos conocidos en este deporte en el que se va cerrando el círculo.
Justo cuando empezó a apretar el viento y se hacía más oscuro recogimos y nos largamos, de camino a Jeré iba lloviendo fuerte. Con una sonrisa en la cara y con la sensación de haberle robado un tiempo al tiempo nos despedimos hasta la próxima. Abrazo
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